Fue un día, salido de lo común, pues tuve muchos, pero muchos mensajes de todos mis amigos, y pensé:
¡Qué lindo se siente ver, que muchas personas se acuerdan de uno. Eso significa que por lo menos, no todo lo que hago, lo he hecho mal..!
Y sí, aquí estamos ya, en la vuelta 74 de mi vida. Que sea hasta donde Dios lo quiera.
A todos los que me escribieron un mensaje, por este medio, sólo les puedo decir:
¡Gracias, gracias, y que Dios y la Virgen Santísima los bendiga a todos..!
Sí, cumplí años, 74 para ser exactos y podría acordarme de tantas y tantas cosas. Cosas luminosas, cosas oscuras y algunas otras trágicas. Si yo les contara...
Quiero agradecerte por tener aprecio y amistad por mí. La vida es una maraña de caminos que se bifurcan, se enlazan como abrazos y como besos a veces llenos de calidez y otros rápidos y fulgurantes.
A veces nos encontramos con un trago o un abrazo de por medio o con un par de cicatrices y puñetazos, por ironías de la existencia, como dice el título de aquella canción: "los caminos de la vida".
Quisiera decirte tanto y tanto. Y sobre todo a tantos de ustedes que tuve la fortuna de encontrarme con el paso de los años. Y que siguen aquí y que siempre tienen un abrazo y una buena palabra para conmigo. Cosa increíble a pesar de como soy.
Setenta y cuatro, ¡vaya número! Un número que según el amigo sombrío dice y califica de buena suerte. "Suerte te de Dios y que el diablo baile con ella a la luz de la luna". Me lo dijo un hombre vagabundo, con el que comí una vez, cuando la fortuna me sonreía.
No he visto ningún dios, pero sí he visto al diablo bajo la luz de la luna y este tiene mi rostro, mis virtudes y horrores, como cicatrices en su faz.
Perdón si alguna vez dije algo de más o algo siniestro frente a Ustedes. En verdad no quise hacerles daño, pero a veces olvido que yo no creo en lo que ustedes creen y tampoco soy lo que ustedes creen, al leerme, pues soy un loco que se excede muchas veces. En verdad lo siento, pero es parte de esa maldición de no poder escapar de mí.
Soy un perro del mal. Soy un diablo de alas negras y maltrechas por la existencia. Un diablo que te abrazará de corazón en noches de tormenta.
Siempre estoy por aquí deambulando y vagabundeando entre las letras y sueños de mundos yermos. Les quiero decir tanto, antes de quedarme sin voz y no poder decirte lo importante que eres para mí.
Hubo personas con las que soñé y estar con ellas, pero estas nunca me quisieron. Y con las que nunca soñé, se quedaron a mi lado y me amaron de manera profunda como el mar y yo hice lo mismo.
Y solo puedo decirles: mil gracias por años de cariño y de amistad. Y sobre todo porque creo que siempre intente ser grato, como ustedes lo han sido de sobra en mi vida.
Mil gracias por estar conmigo.
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