Ay amigo, ¡qué no le diría..!, pero por ejemplo, le diría que no cometiera los errores que yo cometí, y que estudiara desde jóven (yo me hice Abogado y Notario hasta los 39 años, pues empecé a estudiar ya pasado de años), y que estuviera todo el tiempo con mis padres para decirles a cada rato cuánto los amaba. Creo que hay toque de violín...