Ora sin cesar, clama al Cielo el alivio. Recuerda que el dueño del tiempo es Dios.
Lo fácil ya lo hiciste. Lo difícil, inténtalo con la ayuda de Dios. Y lo imposible, déjalo solo para Dios.
Que todo tu ser, no sienta el vacío de la partida hecha soledad. Dios es camino, es verdad y es vida.
Que Dios y la Virgen, multipliquen tus bendiciones, cuando dejes todo en manos de Dios y cuando el manto de Maria, proteja tu camino, te acompañe en la verdad y cuide tu vida por siempre y para la eternidad. Amen y amén.
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