Te cuento que una vez fui a una vela de un amigo mío, y me llevé un tarro grande de crema, y se lo dí a la viuda.
Al dársela me preguntó de que para qué era esa crema, y le respondí que era que en vida, mi amigo me había contado que a él le gustaría que lo cremaran, y que por eso, yo le llevaba ese tarro grande de crema.
(Por favor, no me eliminen, es que ya no sé qué más hacer en esta pandemia).