De poder puede, PERO NO DEBE, y no debería hacerlo nunca, pues se casó por amor y si no está dispuesto a amar a una sola mujer, que no se case o se separe, es una falta de respeto, crimen y pecado de lujuria. Claro, que hay matices, pero no debería de decirle ningún piropo a ninguna mujer más que a su esposa, su madre, sus hermanas, sus hijas y a la santísima virgen María, y cada uno según el tipo de amor que corresponde.
- ¡Oh! Hermosa religión católica, si eres tan despreciada es porque no eres conocida. - San Agustín de Hipona.