Se me hizo tarde la vida, aunque empecé muy temprano;
no pensé que el medio día, ya venía caminando.
Mis primaveras floridas, se fueron con los veranos;
y sin que me diera cuenta, las flores se marchitaron.
Se me hizo tarde la vida, las estrellas no brillaron;
el amanecer fue silente, las aves hoy no cantaron.
El tren de mis esperanzas, se me ha pasado de largo,
me he quedado en las vías, mientras se iba alejando.
El cielo hoy se ha cubierto, mis recuerdos se nublaron;
las lluvias de mi añoranza, inundaron mi pasado.
Se fue la tarde ya es noche, el otoño no fue en vano;
las hojas de mis anhelos, en el suelo se quedaron.
El invierno de mis días, cada año es más helado,
se congeló mi sonrisa, y mis ojos se apagaron.
Mi rostro ya tiene surcos, ¿cómo han pasado los años?,
ya tengo mí espalda curva, y mis cabellos plateados.
Se me hizo tarde la vida, mi noche ya está llegando;
he sepultado mis sueños, con mis penas y mi llanto.
(Autor José Daniel Saavedra Quintana).