Acepto que me digan que soy un viejo, pero no un anciano.
Un día me lo dijo un sabio,
y lo pude entender,
que cuando mueren los sueños,
empiezas a envejecer…
A mi paso encuentro ancianos,
que no han cumplido los veinte,
y también octogenarios, que son como adolescentes,
pues tienen sueños presentes…
La edad no se mide en años,
ni en la cantidad de males,
se mide en el entusiasmo,
para lograr tus ideales…
Que no mueran mis sueños,
ni grandes ni pequeños
que no mueran mis sueños,
o voy a envejecer…
Así que mis queridos amigos:
QUE NO MUERAN TUS SUEÑOS,
NI GRANDES NI PEQUEÑOS,
QUE NO MUERAN TUS SUEÑOS,
O VAS A ENVEJECER...
.